La madera como joya: por qué elegimos este material natural

curruchela taller

En Curruchela, cada joya nace de la intención: la de crear con respeto, con mirada pausada, con amor por lo que permanece. Mientras otras marcas eligen metales fríos y superficies perfectas, nosotras apostamos por la imperfección hermosa de la naturaleza: la madera.


No cualquier madera. En nuestro taller trabajamos con maderas nobles, seleccionadas una a una por su belleza, resistencia y origen responsable. Boj, ébano y bubinga son nuestras principales aliadas. Cada una con su alma, su textura y su historia. Juntas nos permiten crear joyas distintas a todo lo que se ve.

 

Madera: belleza viva, tacto cálido

Lo que nos enamora de la madera es su vida. Es un material que ha crecido lentamente, al ritmo del tiempo, y que conserva en su interior ese pulso orgánico. A diferencia de otros materiales, ninguna pieza es igual a otra. Cada veta, cada tono, cada nudo cuenta algo único.


Cuando una persona lleva una joya de madera, no solo lleva un diseño: lleva una forma de estar en el mundo. Con los pies en la tierra, con sensibilidad por lo natural y con gusto por lo esencial.

 

 

Boj: la sutileza gallega

El boj es una de nuestras maderas más especiales. Originaria de Galicia y otras zonas del norte, su textura fina y compacta permite tallas precisas y acabados suaves como el mar en calma. Tiene un tono dorado que con el tiempo se vuelve miel, y una resistencia sorprendente para lo ligera que es.


Elegimos boj porque representa lo nuestro: lo cercano, lo discreto, lo resistente. Es una madera que habla de raíces profundas y de belleza silenciosa.

 

 

Ébano: elegancia profunda

El ébano es una de las maderas más densas, oscuras y valiosas del mundo. De color negro intenso con reflejos cálidos, su presencia transmite fuerza y sobriedad. En joyería aporta contraste, profundidad y un aire casi mineral, como si la tierra misma se hubiese hecho gema.


Nos gusta usarlo con formas sencillas, para que su carácter hable por sí solo. Es ideal para quienes buscan una joya con peso simbólico, un pequeño tótem personal.

 

 

Bubinga: la expresividad exótica

La bubinga proviene de África central y destaca por sus vetas rojizas, su brillo natural y su dureza. Tiene una personalidad más atrevida, con dibujos que parecen llamas o aguas en movimiento. En nuestras manos, se convierte en joyas expresivas, alegres y vibrantes.


Es la madera que elegimos cuando queremos contar historias de movimiento, de energía o de pasión contenida.

 

Sostenibilidad, honestidad y belleza duradera

Todas nuestras maderas proceden de proveedores certificados y seleccionados bajo criterios de sostenibilidad y aprovechamiento responsable. Preferimos maderas recicladas, sobrantes de ebanistería o procedentes de talas controladas. Lo importante no es solo lo que creamos, sino cómo lo hacemos.

Además, al no usar procesos industriales agresivos, nuestras piezas mantienen su esencia natural. Solo usamos acabados suaves y aceites vegetales que nutren sin alterar.

 

 

Una joya con alma

La madera no es un recurso: es una compañera de viaje. Cada joya Curruchela es una conversación entre la materia y las manos que la trabajan. Una pieza que no brilla por ostentación, sino por presencia, calidez y autenticidad.


Si tú también sientes afinidad por lo natural, por lo que envejece con dignidad y por lo que tiene alma propia, tal vez nuestras joyas no sean solo un accesorio. Tal vez sean una forma de reconocerte.

 

 

 

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